Kintsugi Urbano es un proyecto que se enfocó en la recuperación del Callejón de San Ignacio (Antiguo Colegio de las Vizcaínas) en el Centro Histórico de la Ciudad de México. El proyecto nace como parte del 2º encuentro Placemaking Latinoamérica en noviembre y fue llevado a cabo por el colectivo Urbanismo Vivo + Artículo 41 + ATEA.

Kintsugi es una técnica japonesa para restaurar cerámica, donde una grieta representa una oportunidad – la restauración no sólo cambia el aspecto del objeto, sino que le agrega valor -, ahora el objeto además tiene una historia. Kintsugi Urbano extrapola este concepto para enaltecer una grieta en el paisaje urbano, para embellecer y agregar valor a través de la intervención mural, un encuentro de reparación de objetos y ,en definitiva, el acto simbólico de transformar esta grieta en un nuevo lugar.

Por un lado, se realizó una intervención de carácter lúdico que invitó a recorrer el callejón con huellas y frases disparadoras que buscaban rescatar elementos de lo construido, lo natural y la actividad cotidiana; e invitaban descubrir una mancha en el pavimento, un mural.

Además, se realizó una jornada de activación pública aprovechando el capital social del barrio para mejorar el entorno de forma lúdica y participativa, visibilizando aspectos poco notables en el sitio. Hubo música, plantación colectiva, juegos y una intervención de red de historias ocultas: una invitación a transeúntes y vecinos a compartir sus historias y hacer visible la identidad barrial.

También, se llevó a cabo el primer Club de Reparadores CDMX: un encuentro comunitario para aprender y enseñar a reparar al público de todas las edades para unir saberes y herramientas, y así, alargar la vida útil de objetos y resistir a la cultura de lo desechable. Se realizó una exhibición fotográfica de retratos e historias de reparadores barriales, identificados a partir del mapeo y la realización de entrevistas, rescatando el valor de los oficios y de los reparadores locales.